Empecemos por el principio…
Viendo el cuarto de baño de mi nueva casa me di cuenta que, si bien era muy chulo, muy moderno, etc. podría parecer un poco «frío» ya que las baldosas tiran a gris oscuro. Es por eso que, aunque seguramente no es una cosa muy habitual, se me ocurrió pensar en la posibilidad de colocar un cuadro en el baño. Pero sinceramente no me apetecía un cuadro pequeño como los que se suelen poner, mi idea era llenar el baño con algo de «luminosidad» y «calidez» a través de un cuadro grande que ocupase buena parte de la pared vacía y limpia.
Por tanto, la primera idea ya la tenía clara. La segunda decisión que tuve que tomar es ¿Y qué cuadro pongo? En ese sentido me puse a rebuscar por internet, en web y sitios especializados, en Amazon, en ebay, etc. en busca de un cuadro chulo que pudiera «llenar» el frío vacío de mi cuarto de baño. Pero sinceramente ninguno me acababa de convencer, y es más, como también le tenía que gustar a mi pareja, tenía que ser algo que nos transmitiera «algo», un recuerdo, una sensación, etc. Es por esto que decidí utilizar una fotografía propia (de mi cosecha) para llevar a cabo «el proyecto». Y para tal tarea tenía primero que buscar una buena fotografía que fuera «cálida» y que a la vez nos transmitiera algo como «libertad», «apertura», «naturaleza», etc. para que le diera al cuarto de baño una sensación de mayor amplitud.
Por eso decidí utilizar esta fotografía que os dejo aquí originalmente.
Como véis es una foto que transmite «calidez» y «naturaleza» a la vez, por tanto era una foto ideal. Sin embargo como se puede apreciar claramente, la foto deja bastante que desear ya que carece del contraste, saturación, encuadre, y proporción necesarias para mi cuadro de grandes dimensiones (en concreto quería un cuadro de 130cm x 50cm). Así que la siguiente tarea fue editarla fotográficamente a través de photoshop, y este fue el resultado:
Como véis es una fotografía mucho más impactante, con mayor colorido y más adecuada a las dimensiones del cuadro que quería colocar en el baño. Perfecto! Un tema a destacar y que puede resultar de utilidad para otra gente, es que -dado que la fotografía inicial está hecha con un móvil y carece de buena resolución- tuve que re-escalar la imagen usando un sistema de inteligencia artificial como el de Letsenhance, no sé cuál sería el resultado si no lo hubiera hecho, pero de esta forma me aseguraba que la resolución era la más adecuada para un cuadro de semejantes dimensiones. (A posteriori he conocido el software de Topaz Gigapixel que es una maravilla también para realizar up-scaling por AI).
Otro tema a destacar sobre la edición fotográfica es que posiblemente (los entendidos) vean la foto demasiado saturada, pero eso tiene una explicación que comentaré al final del post.
Pero ahora quedaba la última fase: ¿Cómo monto yo un cuadro con esa fotografía? Y aquí es donde entró en juego Saal Digital, una empresa de productos fotográficos de todo tipo. Y dado que un cuadro en un baño va a tener mucha humedad e incluso puede recibir salpicaduras tuve que buscar un formato de cuadro que se adaptara a estas necesidades, y bingo!! en Saal Digital tenían la solución ideal para mi, un tipo de cuadro llamado «Aluminio Dibond» que podrá aguantar humedad, salpicaduras, etc. sin ningún tipo de problema. (Existe otra variante de Aluminio llamada Butlerfinish, pero creo que para mi caso no era lo mejor…)
Por cierto para todo ello, tuve que elegir dimensiones, soportes, incrustar la imagen, etc. y todo ello lo pude hacer cómodamente desde la app que tiene Saal Digital para poder crear un cuadro personalizado.
Así que ya tenía todos los ingredientes, la idea, la fotografía y el soporte, sólo me quedaba mezclarlos todos y voilá! A los pocos días de pedirlo (menos de lo que yo pensaba porque lo pedí un 25 de Julio y me llegó un 1 de Agosto) ya tenía el cuadro impreso en mi casa…
Como podéis ver viene muy bien empaquetado:
Ahora toca la parte de colocación del cuadro, para ello yo solicité un tipo de soporte de «Bastidor de aluminio» que es perfecto (te cuesta un poco más que el standard) porque te permite mover un poco el cuadro a posteriori para colocarlo a tu gusto.
Ahora sólo quedaba hacer los agujeros en el Gres porcelánico (que madre de dios lo duro que es este material… recomiendo usar brocas con cabeza de diamante y colocar una cinta de carrocero para señalizar bien los agujeros y que no se mueva la broca).
Y por fín, una vez colocado… voilá! este es el magnífico resultado del cuadro en el cuarto de baño. He de decir que todo el mundo que lo ha visto (tanto en directo como a través de fotos) le ha encantado.
Uno de los grandes miedos que yo tenía era que la resolución (sobre todo habiendo hecho un re-escalado) fuera mala y que el cuadro se viese pixelado, pero como podéis comprobar, acercando al tope la cámara apenas se ve nada pixelado…es cierto si miras al milímetro si se nota algo (seguramente derivado de la poca resolución original), pero es que en cuanto te alejas 10 cm ya no veas nada… así que un 10! ciertamente me sorprendió!!
Como he comentado antes cuando hablaba de la edición fotográfica, otro de los temas que me preocupaba es que en otra review, leí como una persona comentaba que al imprimir a Aluminio Dibond un cuadro se perdía algo de saturación, así que consciente de ello lo que hice fue subir bastante la saturación para que el cuadro impreso no perdiese viveza y colorido, y como véis el resultado es espectacular!
Pues eso es todo amigos, una gran experiencia tanto creativa como personal y que vamos a poder disfrutar cada vez que entremos al cuarto de baño 😂.
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