Uno de los grandes debates en la actualidad es la creciente problemática en lo que a hábitos alimenticios se refiere en el día a día de cada una de las personas y familias. Hoy Laura nos habla de cómo establecer una dieta saludable y equilibrada durante la semana. Los hábitos alimenticios están cambiando alarmantemente y adaptándose a las circunstancias sociales y personales que imperan en la vida de las personas. Toma especial relevancia en ello nuestro estilo de vida, donde las prisas se presentan como el eje principal que domina la misma. La industria -consecuentemente- ofrece múltiples soluciones alimenticias acordes a dicho estilo de vida dominado por las prisas e incluso la comodidad. Se sustituyen los productos naturales por alimentos preparados que constituyen una bomba de químicos, conservantes y materias primas modificadas genéticamente. Estos mal llamados alimentos contribuyen al desarrollo de enfermedades y no aportan nada a nuestro organismo. Resulta primordial hacer un esfuerzo por mantener nuestra tradicional dieta mediterránea tan rica en nutrientes, vitaminas y minerales, tan presentes en las legumbres, frutas, verduras y hortalizas, haciendo especial mención al ajo, la cebolla, cereales, pescados, frutos secos, aceite de oliva, huevos y carnes. No hace falta realizar regímenes estrictos ni malabares con el hambre, se trata de realizar una dieta saludable y equilibrada, basada en dichos productos.
¿Cómo puedo tener una dieta equilibrada semanal?
Se ha de tener en cuenta que comer sano no significa tener que perder demasiado tiempo en la cocina, existiendo en el mercado alternativas rápidas y eficaces para crear platos exquisitos en un mínimo periodo de tiempo y con escasa dedicación, es el caso de los estuches de vapor y planchas eléctricas cuyo sistema permite además conservar mejor las propiedades de los alimentos. No se trata de tener el cuerpo más escultural del mundo, cuestión ahora en auge, sino de estar sanos. Como siempre se ha dicho: “mens sana in corpore sano“. La única clave se encuentra en consumir de forma equilibrada, evitando los excesos y las grasas nocivas para el cuerpo, embutidos, carnes rojas, así como todos aquellos alimentos procesados con azúcares añadidos como la bollería industrial, galletas, refrescos o zumos preparados. Hay personas que realizan una comida copiosa y se saltan la siguiente comida para compensar, ¡ERROR!, en mi experiencia es fundamental realizar las cinco famosas comidas al día: desayuno, almuerzo, comida, merienda y cena, si bien no hace falta en caso de haber comido en demasía, ingerir en la siguiente comida más allá de una pieza de fruta desintoxicante. El motivo para realizar 5 comidas es que el metabolismo ha de estar activo y se ha de entrenar para que el gasto energético sea más eficiente, 12 horas sin comer por ejemplo, ralentizan el metabolismo un 40%, de ahí que saltarse el desayuno como comida principal, sea otro error habitual, momento en el cual el cuerpo se nutre para el resto del día. La incorporación de fibra en la dieta es imprescindible, se tiene la creencia de que quienes consumen alimentos integrales es porque quieren adelgazar y consumir menos calorías. Esto no es así, un producto integral tiene incluso más calorías que el mismo producto refinado. La clave de dicho producto se encuentra en la cáscara del cereal en cuestión, donde se encuentran los nutrientes esenciales y que asimismo contribuye a regular la función intestinal. Por ello hay quienes -cada vez más- optan por sustituir la pasta o arroz blancos por su versión integral, o aquellos que eliminan de sus desayunos los cereales procesados de caja por avena, semillas, espelta, sésamo, frutos secos y otros cereales sin azúcares añadidos. Así mismo se ha disparado el consumo de otros cereales procedentes de cultivos biológicos como es el caso de la quinoa, tan rica en aminoácidos (incluso en más proporción que la carne animal). Aprovecho este inciso para comentar el error incipiente de suprimir los carbohidratos de la dieta en la creencia de que ello nos hará adelgazar rápido. Los carbohidratos de bajo nivel glucémico son los más recomendables y necesarios para dotar al cuerpo de la energía necesaria, de lo contrario podemos caer en estados de apatía y debilidad.
¿Dieta sin lácteos?
Un asunto controvertido es el de los lácteos, si bien hay opiniones y artículos dispares donde por un lado se afirma que los lácteos son productos indeseables que hay que desechar de la alimentación, por otro lado, otros artículos manifiestan que son recomendables porque constituyen una gran fuente natural de calcio. En este sentido, sin base científica que corrobore sin lugar a duda una de las dos posturas, simplemente, con ánimo de inducir a la reflexión, os lanzo la siguiente pregunta al aire: si la leche materna únicamente es recomendada su administración durante los seis primeros meses de vida del bebe, alimento que proviene de la madre, natural, ¿por qué se ha de consumir leche animal de forma permanente y habitual? ¿Es necesaria? Hay otros alimentos capaces de aportar calcio en igual o superior condición, tal vez no se trata de erradicar los lácteos radicalmente, sino de darles una prioridad inferior. En el caso de los yogures hay alternativas probioticas naturales como por ejemplo el chucrut (choucroute).
Uso de hierbas y especias en la comida
Por otro lado, se ha de hacer mención especial al uso de las hierbas y especias como condimento gastronómico, esas hierbas que otorgan sabores tan especiales a nuestros platos. Jugar con las especias y las plantas da otro carácter a nuestros platos y se pueden emplear para matizar sabores y reducir el consumo de sal. Siguiendo con las plantas, en una dieta saludable y equilibrada que se precie estas han de estar presentes como complemento ideal remineralizante, depurativo y diurético. Muchas personas no conocen las innumerables virtudes medicinales de las plantas, y abusan de los productos farmaceúticos, por lo que desde este artículo se anima a todos aquellos que no se hayan interesado por conocer las bondades del reino vegetal a que las introduzcan en su dieta semanal, de forma constante, a modo de infusión, pudiendo nombrar entre infinidad de opciones, el diente de león, la ortiga verde, la cola de caballo, el hinojo y el castaño de indias. Estas constituyen un excelente postre digestivo, sin olvidarnos del te en sus variedades rojo, verde y blanco del que soy fiel consumidora, siendo de la opinión de que la fruta es más beneficiosa comerla sola entre horas como snack energético y saludable y no después de las comidas principales. Como ya os comentamos en algún artículo anterior hay frutas con menos calorías que otras, en ese artículo podéis ver la tabla.
Mis conclusiones
Debemos aprovechar los beneficios de nuestra dieta mediterránea, manteniendo los alimentos tradicionales así como ser novedosos e introducir nuevas opciones saludables como es el caso de las hierbas y las plantas que nos ayudarán a reforzar nuestro sistema inmunológico. Una dieta equilibrada y sana acompañada de ejercicio es el único secreto a tener en cuenta. Para ello es necesario complementar nuestra alimentación con un poco de ejercicio moderado diario, el cual ayudará asimismo a activar el metabolismo y por tanto la quema de grasa en reposo corporal será mayor al necesitar el músculo más nutrientes. Como consejo, observad siempre que podáis el etiquetado de los productos con el fin de corroborar que sean lo más naturales posibles, tipo de grasas que aportan, cantidad, si llevan conservantes o productos modificados. En el próximo artículo os hablaré precisamente de qué ejercicios podéis hacer desde casa para mejorar vuestro aspecto y fortalecer los músculos.
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